Marijose Recalde es una artista abierta a la que le gusta demostrar y desarrollar diferentes técnicas buscando diferentes caminos y profundizando en ellos.
Se ha convertido en una escultora procedente de la pintura por su tendencia a elegir, recoger, ordenar y reivindicar materiales rechazados. Su mirada sigue siendo la de la pintora aunque ya no utiliza pinceles, sí gubias, máquinas de coser y adhesivos. La representación es siempre figurativa y por tanto narrativa. Lo que cuenta, como es habitual, no está lejos de sus vivencias. De vez en cuando le llegan propuestas de fuera que le animan a investigar y le ayudan a trabajar otros temas, añadiendo nuevos conocimientos.
Llevar a cabo su intervención en un entorno natural como el hayedo de Zárate es todo un reto para el artista. Es decir, insertar sus pliegues y formas orgánicas significativas a su alrededor es un desafío enorme; al fin y al cabo, es situar una obra de arte dentro de otra, ya que el bosque es en sí mismo un fenómeno escultórico.
Proyecto desarrollado:
SORGINA
Considera una suerte de magia el encadenamiento de los trabajos que va haciendo, suele haber relaciones aparentemente casuales que el tiempo demuestra eran necesarias y que si no hubiese sido por ese azar que se las presenta a la vista, nunca se habría fijado en ellas.
En relación con esta intervención, el anterior proyecto realizado, fue el de recubrir una escultura con esparto, trenzando este material, surgiendo la idea de crear ”Sorgiña”, esta vez utilizando sarmientos, que de alguna manera podían dejarse manipular como las otras fibras naturales, material abundante en la zona donde procede Marijose, Sartaguda.
Un trenzado de sarmientos unen dos hayas cercanas que cierran entre ellas el espacio con una rama horizontal, formando un mural, en el centro un hueco, con una silueta humana, nos hace pensar en el paso de alguien, quizás mágico, por ese lugar. Invitándonos a nosotros a traspasar también ese espacio.
