Este artista plástico americano lleva a cabo su trabajo sobre todo con tejidos, y así consigue un resultado ligero y etéreo. Su larga estancia en Bolivia, concretamente en La Paz, le llevó a conocer la elegancia de las esculturas andinas y su rica tradición textil. Actualmente desarrolla su labor artística en Europa.
En su trabajo de estudio realiza esculturas de talla humana utilizando para ello gasas de tarlatana. Su estructura es ligera, y, cada obra, colgada o asentada en la pared, toca el interior del espectador. En ello influyen el espacio interior de la obra, las formas envolventes y los juegos de luces y sombras.
Llevar a cabo su intervención en un entorno natural como el hayedo de Zárate es todo un reto para el artista. Es decir, insertar sus pliegues y formas orgánicas significativas es un desafío enorme; al fin y al cabo, es situar una obra de arte dentro de otra, ya que el bosque es en sí mismo un fenómeno escultórico.
Proyecto desarrollado:
EL BOSQUE DEL SASTRE
Con ramas de hayas, colocadas verticalmente y lana entremezclada, Marvin crea su obra, un mural natural que asoma al camino desde el borde del bosque, anunciando otros tesoros que posee este en su interior, alterando la disposición natural de estos elementos, pero sin romper totalmente con el orden natural logra una composición fruto de la reflexión humana, pero que podría ser la perfección lograda por la propia naturaleza.