Tras una educación reglada en Ciencias, entiende que el lenguaje científico le resulta escaso a la hora de abordarnos como seres humanos. Inicia una búsqueda entre lenguajes que se perciban por nuestros sensores habituales pero que nos generen vibraciones en rincones diferentes.
Así, comienza a codificar objetos, más con el pensamiento en un inicio, para ir soltando con el tiempo al animal.
Rápidamente queda fascinado por el Tiempo en la escultura y de cómo ésta es capaz de paralizarlo, dando al observador la oportunidad de sumergirse en un tiempo interno hasta alcanzar un instante atemporal.
Flujos, fricciones, densidades, nudos, reacciones, encuentros… la Escultura como laboratorio del Ser.
Proyecto desarrollado:
ENCUENTRO DE VERANO
Por un lado, un roble que ha sido domesticado por el hombre. Arrancado de su madre para someterlo a un duro trabajo soportando el peso de un edificio. En una segunda vida, se le ha tallado; convirtiéndolo en metáfora.
Por otro lado, un grupo de cuatro hayas salvajes. Vecinas de siempre.
Hemos dejado al roble dentro del círculo de hayas…Veamos a ver qué pasa…