Tras pasar la mitad de su vida en Canarias, vuelve a Alemania. Ahora vive y crea en Wendland. Dice de la necesidad que siente Vatula de crear yde su relación con el arte: «El arte es mi comida, mi bebida. Necesito tanto como aire para respirar. De creado y amado me siento humano «. «Quiero que toques mis esculturas, que te toquen, que te sientas más dentro de la piel que de lo que piensas». Con los árboles, comunicandose con la madera, crea esculturas, obras sensualmente abstractas que reflejan la vivencia humana. La vivencia interna, las relaciones, el descubrimiento y más allá, siempre más allá, la sorpresa y el juego.
Proyecto desarrollado:
BESARKADA
Fiel a su línea, integrándose en la naturaleza, realiza una obra no para contemplarla desde la distancia, si no para sumergirte en ella y formar parte del tronco que consta la obra, sintiendo tu propia respiración, como si fuera la del mismo árbol. Vatula vacía el espacio de un cuerpo humano en un tronco de madera de grandes dimensiones. Una obra para sentirla y descubrir sensaciones no esperadas, un abrazo que nos une de una manera íntima a la naturaleza, sintiéndote parte del mismo árbol, un regalo a los sentidos y una oportunidad de recobrar la relación perdida del hombre y el medio natural.
