AZKEN MUGA ARTIST

Arquitecta de profesión, considera el arte como una prolongación imprescindible de todo proceso constructivo, necesario, pero olvidado en estos tiempos de respuestas rápidas y funcionales.
Con una conciencia ecológica acorde con la grave situación que vivimos, se centra en los esfuerzos por transformar, restaurar y reutilizar el mobiliario urbano y los residuos. Propuestas audaces y sorprendentes que nos animan a replantearnos los usos y costumbres de la sociedad actual.
Sobre todo siendo artista urbana considera un reto participar en Azken Muga, trasladándose a un entorno natural en el que se integran propuestas ecológicas que suponen una contradicción con el entorno urbano. Sustituye así la oposición y la denuncia por un mensaje de cooperación, con la aportación de un elemento, solo una nueva visión de este entorno privilegiado, otra aportación en la diversidad de la naturaleza.

Todos somos trashumantes de culturas coloristas, vamos de frontera en frontera para asentarnos o no, pero siempre llevamos nuestras riquezas con nosotros, un ejemplo, la música o el idioma, creamos una sociedad cada vez más diversa. Diseño y construcción de un caleidoscopio cenital impulsado por palas, y colgando palos de bambú en los que en su interior hay semillas de maíz, centeno, trigo, arroz.

Todo ello colgado de un árbol con un cable de acero. Los materiales que se utilizaron para la ejecución de la obra son reciclados, dando un uso artístico a los elementos desechados y a tintes naturales. La parte inferior de la instalación era utilizada por el espectador, mediante filtros de color, para recibir los rayos solares mientras estaban tendidos en el suelo del bosque.